No importa qué tipo de hongo sea su favorito, todos están repletos de nutrientes increíblemente beneficiosos. Las setas merecen un lugar especial en la mesa. ¡Mira por qué!
Los hongos son la magia de la naturaleza
Tantas variedades de hongos comestibles y todos útiles. La mayoría de los hongos contienen grandes cantidades de selenio, que es importante para la glándula tiroides y la vejiga. Los hongos están cargados de vitamina D, especialmente cuando crecen en lugares soleados. Son una maravillosa fuente de hierro, lo que los hace útiles para las personas propensas a la anemia y que sufren de deficiencia de hierro.
La única fuente de vitamina D en el reino vegetal
Aunque los hongos no son ni vegetales ni frutas, los clasificamos en el reino vegetal. De lo contrario, los hongos son una rama completamente separada del mundo de los organismos vivos. Es importante destacar que, después de la luz del sol y el pescado azul, los champiñones son el próximo gran proveedor de vitamina D vital. Para asegurarse de obtener más vitamina D, coma champiñones cultivados al sol.
Estimular el sistema inmunológico
La investigación realizada por la Sociedad Estadounidense de Nutrición sugiere que ciertos tipos de hongos estimulan el sistema inmunitario para que produzca más proteínas antivirales y de otro tipo que se liberan de las células para protegerlas de los ataques de patógenos externos. Un estudio posterior demuestra que los hongos también son responsables de la maduración más rápida de las células del sistema inmunitario, que se originan en la médula ósea: las dendritas.
Están cargados de antioxidantes
Los antioxidantes combaten los radicales libres que atacan las células y los tejidos. Oxidan el cuerpo y causan una serie de enfermedades. Se cree que las frutas y verduras de colores intensos son ricas en antioxidantes, lo cual es cierto, pero los champiñones también son una fuente maravillosa de compuestos importantes.
Acelerar el metabolismo
Los champiñones contienen cantidades envidiables de vitamina B, que son importantes para la descomposición de los carbohidratos en glucosa. El cuerpo quema glucosa al moverse y para realizar algunos procesos en el cuerpo, produciendo energía. Los hongos aceleran estos procesos, evitando así la acumulación de grasa.
Son buenos para la vejiga
El alto contenido de selenio en los hongos los hace beneficiosos para la vejiga. Reduce el riesgo de cáncer del tracto urinario, según una investigación publicada en Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention.
